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En las fotos se ven todas muy bonitas, limpias y bien decoradas, pero la realidad puede ser otra. En muchas ocasiones nos encontramos con que la embarcación alquilada pasó de lejos sus años de gloria, aquellos en que se hicieron las fotos, si es que no son sacadas de internet.
El año de construcción te puede servir de referencia para saber lo que te vas a encontrar. Si pasa de 10 años, todo es posible y dependerá mucho del cuidado y el mantenimiento que se le haya dado. Ante la duda, solicita fotografías reales y actuales donde figure el nombre o la matrícula de la embarcación.
En el mar, los recursos de agua dulce son valiosos y por lo general son escasos. Los depósitos no son lo suficientemente grandes como para guardar el agua que necesitas en un chárter semanal.
Si no quieres estar cada dos días dependiendo de un puerto donde repostar agua, con las esperas que conlleva y el gasto adicional, alquila embarcaciones con desalinizadora, te darán mucha más libertada en tus vacaciones.
Imprescindible si no quieres estar siempre a bordo. Normalmente no figura en las fotografías de los anuncios y en muchas ocasiones te puedes encontrar una sorpresa. Embarcaciones viejas, motores que no funciona, etc. Solicita una foto de la embarcación, pide descripción del motor fueraborda, CV, estado del mismo, etc.
Verifica que todo esté en regla, permiso de charteo en la zona, seguro al día. En ocasiones muy contadas pasan accidentes, pero cuando esto sucede, las compañías de seguros se aferran a que toda la documentación esté en regla para pagar las indemnizaciones.
Si navegas en España, mejor que el pabellón sea español, ya que la normativa española es de las más exigentes.
Disfrutar tus vacaciones de la mano de un patrón profesional y con su documentación en regla te evitará, ante un control de la policía marítima, la incautación provisional de la embarcación y el fin de tus vacaciones.
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